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«post» escasez

Para abordar esta primera entrada, no debemos entender la escasez como la falta de recursos, objetos o dinero, sino como la aparente necesidad humana de obtener estas cosas de una forma insaciable.

Este último término es de vital relevancia ya que, como menciona Keynes en el texto «Economic Possibilities for our Grandchildren», el ser humano posee dos necesidades: las necesidades primarias, características por naturaleza, y las necesidades relativas. Esta última surge del interés por saciar el deseo de superioridad. Sin embargo, este deseo es, como se ha dicho anteriormente, insaciable, ya que cuanto más hay, mas se posee y, por lo tanto, más se necesita.

De la misma forma, la escasez también implica que al hacer un bien social, este se opone o dificulta la realización de otros. Dicho de otra forma, no todos los objetivos de la sociedad se pueden perseguir al mismo tiempo.

Estas dos teorías, a mi parecer, nos dan a entender que el sistema, ya sea capitalista, consumista o como se considere, en el que actualmente nos desarrollamos, no conseguirá imbuir en una persona una felicidad plena ya que, cuanto más consigues, mas necesitas, y para alcanzar unos objetivos, debes dejar otros atrás. De esta forma la satisfacción de sentirse realizado, que creo tan importante en una persona, se me antoja lejana y difícil. Tal vez pueda conseguirse a cortos plazos, pero igual de rápido que viene, se vuelve a ir.

Desde mi punto de vista, un sistema en el que la riqueza económica signifique poder y signifique «felicidad», es un sistema competitivo, un sistema que te hace luchar, pero no luchar por tu felicidad, sino por ser más feliz que el resto de personas, obteniendo mas dinero que ellas y, consiguiendo un poder adquisitivo que se ha aceptado correcto por la sociedad y que, creo es excesivo.

Una de las bases para obtener la felicidad según Keynes, es que el margen entre la producción y el consumo no sea excesivamente grande. Yo no solo creo eso, más bien me atrevería a decir que la felicidad radica en que el margen entre el consumo y la necesidad no sea excesivamente grande. Creo que las personas hemos sobrepasado nuestras necesidad con creces, nos hemos acomodado a un sistema consumista con el cual hemos dejado atrás cosas que realmente hacen feliz, y no solo a corto plazo.

Tal vez un futuro «post» escasez no sea aquel en el que desaparezca la moneda y volvamos al trueque, pero si será uno en el que la riqueza más importante no la consideremos económica. Tal vez no desaparezca esta escasez de la que estamos hablando, pero quizás en 100 años, esta necesidad ilimitada pase de ser el dinero a ser la sabiduría, el amor, la diversión o cualquier cosa que nos haga felices sin la necesidad de ser competitivos, sino mas bien cooperativos.